EL DESENCANTO DE LOS SOCIOS FUNDADORES DE
En un debate de Junta Directiva y las comisiones de trabajo de educación y organización, surgió la inquietud de una comisión, quienes solicitaron a
Razonando tal petición con mente clara, opino lo siguiente: Realmente cuando se inicio este proceso organizativo, muchos manifestamos la buena disponibilidad de emprender esta labor, sabedores que este proyecto no era nada fácil, ya que había costado aun el empleo a quienes lo intentaron con anterioridad.
En el camino, ya recorrido como AGE, hemos atestiguado que muchos de los iniciadores de este esfuerzo lo hicieron por buscar beneficios propios, por lo tanto cuando se dieron cuenta que esto no era posible desde esta trinchera, se retiraron o lo que también se puede llamar, se ausentaran de las reuniones de trabajo.
Realmente he valorado donde estuvo el error de nosotros como parte de una estructura organizativa. En el proceso de enseñanza aprendizaje se dice que, cuando en una prueba evaluada la mitad más uno resulta reprobada, no están fallando los educandos, sino los educadores. Para el caso, asumimos nuestra responsabilidad y consideramos que fallamos; porque a los compañeros Asociados Fundadores que se han ausentado y hasta comienzan a despotricar a
Otras de las conclusiones, en que todo esto se haya dado y se van a seguir dando, es que la mayoría de compañeros, que si bien es cierto estuvieron organizados en una u otra organización guerrillera, no han madurado políticamente, sabedores que para esto hay que seguir trabajando arduamente, a otros el sistema tristemente los absorbió y hoy no se sabe de donde son, o que intereses defienden.
Lo cierto es que la realidad nos ha dictado que tipo de liderazgo se necesita en
Algunos socios fundadores están pidiendo resultados concretos resultados palpables a
Finalmente concluyo, y ya para enmarcarnos en el tema del encabezado de este artículo, que no vale la pena sancionar o expulsar a los compañeros que se han desencantado. Hacer esto implicaría darles relevancia y lo cierto esto no es sano para nadie. Hay que hacer el último intento en invitarlos a reuniones de trabajo y si aún así se ve que no tienen ningún interés, que sea la historia que no los mencione y ahí termina el nombre de ellos. Saludos a todos compañeros y sigamos adelante.
¡Por
Ulises Palacios un militante más de
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