TREINTA Y CUATRO AÑOS COMO UN
SUSPIRO
Este día pero hace treinta y
cuatro años el 30 de julio de 1975 salíamos de la Universidad de El Salvador
alegres y felices a las calles capitalinas entonando canciones puramente estudiantiles,
adelante los estudiantes de secundaria
del INFRAMEN y un poco atrás nosotros aun siendo vigilados por una avioneta que
sobrevolaba nuestras cabezas en medio de la movilización un enorme gorila se balanceaba
al viento ya un día anterior el gobierno amenazaba que no iban a permitir a
nadie que protestara; era el país de la “sonrisa” y el certamen de Miss
Universo había atraído periodistas extranjeros pero en el país la pobreza y la
abuso de los militares era el pan de cada día. Unos días antes en las fiestas
santanecas la filial de la Universidad preparaba su desfile bufo cuando los
guardias llegaron destruyeron todo y se tomaron la Universidad Santaneca aun así
se atrevieron a salir pero fueron reprimidos gracias a las señoras del mercado
central que los pararon en seco, allí se enmarca la historia que viviríamos, el
30 de julio de 1975, nos dirigíamos al parque Libertad, hicimos una parada en
la fuente “luminosa” frente a la embajada y les gritábamos “Que se haga
escuela, que se haga escuela” pero a la
altura del Hospital Rosales nos esperaba la guardia con sus tanquetas, con las
luces encendidas como un mecanismo sicológico de sembrar el terror, empezaron disparar y los compañeros que iban adelante
con la manta de AGEUS
empezaron a caer
abatidos a balazos y las bombas lacrimógenas llenaron de humo la calle el humo
toxico que lo hace llorar y que le cierra la garganta, se dobló la marcha a la
otra calle pero allí estaba la Policía de Hacienda y estos tenían los machetes
desenvainados era una emboscada, muerte, sangre, balas y humo toxico fue la
respuesta nos fuimos en desbandada, dos de nosotros nos subimos a la pasarela
del Externado San José para ver como sucedían los hechos pero las balas nos caían
cerca eso hizo que saliéramos a la carrera de regreso a la Universidad sin
embargo atravesadas estaban buses de la rutas 3, 9, 22 y otras quienes con las
puertas abiertas nos esperaban entrabamos en tumulto pero salimos de la
emboscada, otros compañeros entraron al Hospital de Especialidades donde los
busco la guardia pero no los encontró, una compañerita del INFRAMEN murió aplastada
por una tanqueta: otra compañera se tiro
del paso a dos niveles y se quebró una pierna; otros se refugiaron en la
Tutunichapa una colonia marginal que les brindo auxilio, apenas trascurrían
unos minutos ya las balas habían cesado compañeros fiscales me invitaron a
regresar al lugar de los hechos, el toxico aún se mantenía el cuadro que
presencie era dantesco, charcos de sangre por todos lados, zapatos, libros y
otros enseres estaban regados, pedazos de huesos y sesos el olor a muerte se sentía
los compañeros tomaron nota y dejamos el lugar, el corazón se me comprimía no
solo por los minutos antes vivido si no por lo que veía, doce compañeros fueron
asesinados por las balas de la tiranía, aun no se sabe el número de desaparecidos,
fueron cientos capturados muchos salieron sobre todo las compañeras que las
tuvieron hincadas en granos de maíz durante toda la noche los que lo vivimos
vemos como los años pasan y todos los años los estudiantes de la Universidad
conmemoran los hechos sangrientos de ese día, esa noche nos echaron sal en la
herida cuando en cadena nacional el presidente Molina decía “ esta tarde
supuestos estudiantes subversivos atacaron a las autoridades legítimamente
constituidas” los hechos que la historia siguió consignando terminaron con la
guerra pero eso será en otra ocasión que narrare.-
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