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domingo, 12 de septiembre de 2010

La realidad de la Independencia de centroamerica Segunda Entrega




Despues de las rebeliones e intentonas durante los años 1814 y 1816 en donde muchos rebeldes fueron capturados y llevados a prisiones de Guatemala, se firma un acta desconocida para los salvadoreños, la mas mentada, pero que nadie conoce, me place darla a conocer para que entendamos que fue la presion del pueblo y entre ellos la señora Maria Dolores de Bedoya procer de Guatemala que al reventar cohetes creyeron que habia un levantamiento por lo que obligo a los criollos (la clase dominante) a independizarce de los peninsulares, asi como no hubo una independecia popular y que han sido doscientos noventa y nueve años de engaños y de celebracion ajena a lo que es la independencia, una mentira que se ha vuelto una tradicion, mientras la dependencia continua foranea que nos dicta las politicas gubernamentales en base a prestamos condicionados, e interna por un poder economico voraz, corrupto y nuestro pueblo se preguntara siempre hasta cuando celebraremos nuestra verdadera independencia, el primer paso es despertar la conciencia, cada uno de nosotros tiene una parte de un poder que unidos somos invencibles, ese es el segundo paso la organizacion, ahora conozcan nuestra historia no oficial pero verdadera, por favor analiselan solo asi sabran la verdad de los hechos historicos .-

INDEPENDENCIA DE CENTROAMERICA
Cuenta la historia que la noche del 14 de Septiembre de 1821, la gente se amotinó en las calles de Guatemala, marchando y gritando "¡Independencia o muerte!". Toda la noche duró aquella agitación popular.
El 15 de Septiembre, grandes multitudes ocuparon el Palacio de los Capitanes Generales hasta abarrotarlo. Todo mundo a una voz gritaba: " ¡Viva la Independencia! ". El General Gabino Gainza, rodeado de todas las autoridades, después de ordenar que se leyeran los documentos sometió a discusión el asunto, sobre si las provincias deberían ser declaradas independientes de España o no. José Cecilio del Valle, fue el primero que se pronunció a favor de la independencia, luego tomó las provincias de Centroamérica. Similar pronunciamiento salieron de los labios del doña Dolores Bedoya de Molina había realizado toda una serie de preparativos, para festejar con cuetes y música, una vez que se declara independencia, como la reunión en el palacio se extendió mucho y la independencia se dio, las señoras aburridas de los ánimos de los patriotas, quienes se inmediato comenzaron a gritar. Los señores que discutían el asunto de la libertad, al escuchar los cohetes y los gritos de la gente, creyeron que se trataba de un levantamiento y entonces se apresuraron a proclamar libertad para Centroamérica. La señora de Bedoya de Molina, sin proponérselo, se constituyó en líder de aquel último movimiento que aceleró la proclamación de la independencia. De inmediato, entre los gritos y el entusiasmo del pueblo, José Cecilio de Valle redactó el acta de independencia fijando para el día 16 de Septiembre la juramentación de los funcionarios y empleos. Pero antes de todo eso pasaron muchas cosas en los países Centroamericanos en Guatemala la cosa era aún más seria. El convento de Belén fue el lugar escogido, para la realización de una serie de reuniones "secretas y conspirativas" que llevaron a la encarcelación de algunas de sus asistentes, entre ellas la del Padre Tomás Ruiz, un indio chinandegano que apoyaba las sublevaciones indígenas en Guatemala.

El 15 de Septiembre de 1821, día de la firma del Acta de Independencia se reunieron en el Palacio de los Capitanes Generales, en la ciudad de Guatemala, diferentes personalidades: representantes del Gobierno Central español, del Ayuntamiento Local, Superiores de las diferentes órdenes religiosas, el arzobispo de Guatemala. El tema a discutirse era la Independencia.
En ese momento las discusiones giraron en torno al momento en que debían independizarse. José Cecilio del Valle, un hondureño que sentía debilidad por el periodismo y publicaba en el periódico "El Amigo del Pueblo", estaba de acuerdo con la independencia pero proponía una consulta con el resto de provincias, debido a que en las reuniones únicamente estaba la representación de Guatemala.
Miguel Larreynaga, considerado como figura intelectual más destacada de la provincia de Nicaragua, era asiduo visitante de las tertulias secretas. Bisnieto de un mulato condenado a muerte por rebelarse a los españoles e hijo de un español pobre, Larreynaga tenía pocas oportunidades de estudiar, tomando en cuenta que quedó huérfano muy pequeño. Sin embargo, este leonés llegó a obtener el grado de Bachiller en Artes, Derecho Civil y Derecho Canónico en Guatemala. Además obtuvo una licenciatura en Medicina Forense.
De regreso a Nicaragua, Larreynaga arrastró ideales de libertad y contagió a otro grupo de personalidades del virus libertario. Estuvo presente en la histórica firma del acta y defendió la independencia inmediata de Nicaragua.
Luego de varias discusiones se acordó la redacción del Acta de Independencia que sería firmada por los asistentes y enviada a las otras provincias para su aprobación. Era la primera acta que, según los ideales de ese entonces, pondría fin a tres siglos de dominación española.
Así inicia una nueva etapa de la vida independiente de las provincias, aunque desde el punto de vista particular cada una de las actuales Repúblicas de Centroamérica no se alcanzó de manera definitiva la forma política que hoy representa.
Inmediatamente después de proclamada la Independencia de España, Centroamérica formó parte del Imperio Mexicano Iturbide (enero, 1822 - marzo,1823) que fue un período caótico y de gran confusión. Luego, al derrumbarse el imperio, se constituyeron en nación soberana bajo el nombre de Provincias Unidas de Centroamérica y se convocó a una Asamblea Constituyente, cuyo primer decreto de 1 de julio de 1823 fue proclamar de nuevo la independencia de España, al igual que México.
Tal asamblea promulgó el 24 de 1824 la Constitución Política de la llamada República Federal de Centroamérica que dejo de existir en 1838 al romperse el Pacto Federal y constituirse cada república en un Estado Independiente. Así nació desde ese año la existencia del Estado de Nicaragua.

DECLARATORIA DE INDEPENDENCIA ABSOLUTA Y DEFINITIVA

Decreto de la Asamblea Nacional Constituyente el 1 de julio de 1823
Los representantes de las Provincias Unidas del Centro de América congregados en virtud de la convocatoria, dada en esta Capital el 15 de septiembre de 1821 y renovada el 20 de marzo del corriente año, con el importante objeto de pronunciar sobre la independencia y libertad y los pueblos, nuestros comitentes: sobre su reciproca unión sobre su Gobierno; y sobretodo los demás puntos contenidos en la memorable Acta del citado 15 de Septiembre, que adoptó entonces la mayoría de los pueblos de este vasto territorio ya se han adherido posteriormente todos los demás que hoy se hallan representado en esta Asamblea General.
Después de examinar, con todo el detenimiento y madurez que exigen la naturaleza y entidad de los objetos con que somos congregados, así el Acta expresada de septiembre de 21 y las de 5 de enero de 1822 como también del Decreto del Gobierno Provisorio de esta Provincia de 29 de marzo último, y todos los documentos concernientes al objeto mismo de nuestra reunión.
Después de traer a la vista todos los datos necesarios para conocer el estado de la población, su riqueza, recursos, situación local, extensión y demás circunstancias de los pueblos que ocupan el territorio antes llamado Reino de Guatemala.
Habiendo discutido la materia: oído el informe de las diversas comisiones que han trabajado para acumular y presentar a esta Asamblea todas las luces posibles acerca de los puntos indicados: teniendo presente cuanto puede requerirse para el establecimiento de un nuevo Estado; tomando en consideración:
Primero:- Que la Independencia del Gobierno Español ha sido y es necesario en las circunstancias de aquella Nación y las de toda la América que era y es justa en sí misma y esencialmente conforme a los derechos sagrados de la 34 naturaleza: que la demandaban impresionantemente las luces del siglo, las necesidades del nuevo Mundo y todos los más caros intereses de los pueblos que lo habitan.
Que la naturaleza misma resiste la dependencia de esta parte del Globo, separada por el océano inmenso de la que fue su Metrópoli, y con la cual le es imposible mantener la inmediata y frecuente comunicación, indispensable entre los pueblos que forman un solo Estado.
Que la experiencia de más de trescientos años manifestó a la América que su felicidad era del todo incompatible con la nulidad a que la reducían la triste condición de colonia de una pequeña parte de Europa.
Que la arbitrariedad con que fue gobernada por la Nación española y la conducta que ésta observó constantemente desde la conquista, exitaron en los pueblos el más ardiente deseo de revocar sus derechos usurpados.
Que, a impulsos de tan justos sentimientos todas las Provincias de América sacudieron el yugo que las oprimió por espacio de tres siglos: que las que pueblan en Antiguo Reino de Guatemala proclamaron gloriosamente su Independencia en los últimos meses del año de 1821; que la resolución de conservarla y sostenerla es el voto general y uniforme de todos sus habitantes.
Segundo:- Considerando por otra parte que la incorporación de estas Provincias al extinbuido imperio Mexicano, verificada, SOLO DE HECHO en fines de arrancada por medios vacíos e ilegales.
Que no fue acordada ni pronunciada por órganos ni por medios legítimos: que por estos principios la Representación Nacional del Estado mexicano jamás la aceptó expresamente, ni pudo con derecho aceptarla y que las providencias que acerca de unión dictó y expidió D. Agustín de Iturbide, fueron nulas.
Que la expresada agresión ha sido y es contraria a los intereses y a los derechos sagrados de los pueblos, nuestros comitentes: que es opuesta a su voluntad: y que un concurso de circunstancias tan poderosas e irresistibles exigen que las Provincias del Antiguo Reino de Guatemala se constituyan por sí mimas con separación del Estado Mexicano.
Nosotros, por tanto, los representantes de dichas provincias, en su nombre, con la autoridad y conforme en todo con sus votos, declaramos solemnemente:
1º. - Que las expresadas Provincias representadas en esta Asamblea, son libres e independientes de la antigua España, de México de cualquiera otra potencia, así del Antiguo como del Nuevo Mundo y que no son ni deben ser el patrimonio de personas ni de familia alguna.
2º. - En consecuencia, son y forman Nación Soberana con derechos y aptitudes de ejercer y celebrar cuantos actos, contratos y funciones ejercen y celebran los otros pueblos libres de la tierra.
3º. - Que las Provincias sobre dichas, representadas en esta Asamblea, y las demás que espontáneamente se agreguen de las que componían el antiguo Reino de Guatemala se llamarán por ahora, sin perjuicio de lo que se resuelva en la Constitución que ha de formarse.

“PROVINCIAS UNIDAS DEL CENTRO DE AMÉRICA”
Y mandamos que esta declaratoria y la Acta de nuestra instalación se publique con la debida solemnidad en este pueblo de Guatemala, y en todos y cada uno de los que se hallan representados en esta Asamblea; que se impriman y circulen; que se comuniquen las Provincias de León, Granada, Costa Rica y Chiapas; y que en la forma y modo que se acordara oportunamente, se comunique también a los Gobiernos de España, México y de todos los demás Estados independientes de ambas Américas.
Dado en Guatemala, a primero de julio de mil ochocientos veintitrés.
José Matías Delgado, Presidente.-Juan Francisco Soza, Diputado Secretario.- Mariano Gálvez, Diputado Secretario.- Al Supremo Poder Ejecutivo.
Por tanto; mandamos se guarde, cumpla y ejecute en todas sus partes.
Lo tendrá entendido el Secretario del Despacho, y hará se imprima, publique y circule.
Palacio Nacional de Guatemala, julio 11 de 1823. Pedro Molina, Presidente.-
Juan Vicente Villacorta.-Antonio Rivera.

LA SESION DEL 15 DE SEPTIEMBRE DE 1821
La junta se inició sin mayor retraso. El ambiente era tenso ante la importancia de lo que se habría de tratar y resolver. La reunión fue a puerta abierta, en el Real Palacio. Estaban alrededor de 50 personas en salón, pero en la antesala y en el corredor se reunieron cada vez más personas, lo mismo que en el patio, portales exteriores y en la plaza misma. Durante la lluviosa noche anterior se acudió a los barrios a fin de invitar al vecindario. Al principio la concurrencia no era muy nutrida, por lo cual Basilio Porras y Dolores Bedoya de Molina trataron de reunir más gente, pusieron música en la plaza y quemaron cohetes para atraer la atención del pueblo.
Primero se dió lectura a los documentos llegados de Chiapas y a continuación se escuchó la opinión de los asistentes. Se observó que habían diferentes puntos de vista, pues algunos querían que se proclamara la independencia y otros querían retardarla. La gente que escuchaba tales opiniones aplaudía emocionada y a gritos pedía que de inmediato se hiciese la declaración de independencia.
Finalmente como a las once de la mañana, se acordó redactar el Acta de Independencia por medio la cual Centro América se separaba de España. El Redactor de la misma fue el Lic. José Cecilio del Valle.

ACTA DE INDEPENDENCIA


El día 15 del corriente se acordó lo siguiente:
"Palacio Nacional de Guatemala, quince de Septiembre de mil ochocientos veinte y uno".
"Siendo públicos e indudables los deseos de Independencia, del Gobierno de Español que por escrito y de palabra ha manifestado el pueblo de esta capital: recibidos por el último correo diversos oficios de los Ayuntamientos, Constituyentos de Ciudad Real, Comitán y Tuxta, en que comunican haber proclamado y jurado dicha Independencia, y excitan a que se haga lo mismo en esta Ciudad: siendo positivo que han circulado iguales oficios a otros Ayuntamientos determinados de acuerdo con la Excelentísima diputación provincial que para tratar de asunto tan grave se reuniesen en uno de los Salones de este Palacio la misma diputación provincial, e; Ylmo. Señor Arzobispo, los Sres. Individuos que disputasen, la Excma. Auda. territorial., el Venerable Sr. Dean y Cabildo Eclesiástico, el Excmo. Ayuntamiento, El M.Y Claustro, el Consulado y el Colegio de Abogados, los Prelados reguladores, jefes y funcionarios públicos: Congregados todos en el mismo salón: leídos los oficios expresados: discutido y meditado detenidamente el asunto; oído el claro que Viva la Independencia que repetía de continuo el pueblo que se veía reunido en las Calles, plaza, patio, corredores y ante la Sala de este palacio se acordó: por esta Diputación e individuos. Ayuntamiento.
• Que siendo la Independencia del Gobierno Español, la voluntad general del pueblo de Guatemala y sin perjuicio de lo que determine sobre ella el Congreso que debe formarse, el Sr. Jefe Público le mande publicar para prevenir las consecuencias que serían terribles en el caso que la proclamase de hecho el mismo pueblo.
• Que desde luego se circulen oficios a las provincias por correos extraordinarios para que sin demora alguna se sirva preceder, a elegir Diputados y representantes suyos y estos concurran a esta Capital a formar el Congreso que debe decidir el punto de Independencia y fijar, en caso de acordarla la forma de gobierno y la ley fundamental que deba elegir.
• Que para facilitar el nombramiento de Diputados, se sirva hacerlo las mismas juntas electorales de Prova que hicieron o debieron hacer las elecciones de los últimos Diputados a Cortes.
• Que el número de estos diputados sea en proporción de uno para cada mil individuos, sin excluir de la Ciudadanía a los originarios de África.
• Que las mismas juntas electorales de Prova teniendo presente los últimos censos se sirvan determinar según esta base el número de Diputados o Representantes que deban elegir.
• Que en atención a la gravedad y urgencia del asunto, se sirvan hacer las elecciones del asunto, se sirvan hacer las elecciones de modo que el día primero de marzo del año próximo de 1822, estén reunidos en esta Capital todos los Diputados.
• Que entre tanto, no habiendo novedad en las autoridades establecidas, sigan éstas ejerciendo sus atribuciones respectivas con arreglo a la Constitución, Decretos y Leyes, hasta que el Congreso indicado determine lo que sea más justo y benéfico.
• Que el Sr. Jefe Político Brigadier Don Gabino Gaínza, continúe con el Gobierno Superior Político y Militar y para que este tenga el carácter que parece propio de las circunstancias, se forme una Junta provisional consultiva, compuesta de los Sres. Individuos actuales de esta Diputación Provincial, y de los Sres. Don Miguel de Larreynaga Ministro de esta audiencia, Don José Cecilio del Valle Auditor de Guerra, Marques de Aycinena, Doctor Don José Valdez, Tesorero de esta Santa Iglesia, Dr. Don Angel María Candina y el Lic. Don Antonio Robles, Alcalde de 3o Constitucional; el primero para la Provicional de León, El 2o para la de Comayagua, 3o para Quesaltenango, 4o para Sololá y Chimaltenango, 5o para Sonsonate y el 6o para Ciudad R. de Chiapa.
• Que esta Junta provisional consulte al Sr. Jefe político en todos los asuntos económicos y gubernativos, dignos de su atención.
• Que la religión católica, que hemos profesado en los siglos anteriores, profesaremos en lo sucesivo, se conserve pura e inalterable, manteniendo vivo el espíritu de religiosidad que ha distinguido siempre a Guatemala, respetando a los Ministros eclesiásticos seculares y regulares y protegiéndolos en sus personas y propiedades.
• Que se pase oficio a los dignos Prelados de las comunidades a la luz y sosiego, que es la primera necesidad de los pueblos, cuando pasan de un gobierno a otro, dispongan que sus individuos exhorten a la fraternidad y concordia, a los que estando unidos en el sentimiento de la Independencia, deben estarlo también en todo lo demás, sofocando pasiones individuales que dividen los ánimos, y producen funestas consecuencias.
• Que el Excelentísimo Ayuntamiento, a quien corresponde la conservación del orden y tranquilidad, tome las medidas más activas para mantenerla imperturbable en toda esta Capital y pueblos inmediatos.
• Que el Señor Jefe Político publique un manifiesto haciendo notorio a la faz de todos, los sentimientos generales del Pueblo, la opinión de las autoridades y corporaciones: las medidas de este gobierno, las causas y circunstancias que lo decidieron a prestar en manos del Señor Alcalde 1o. a pedimento del Pueblo, el juramento de Independencia y de fidelidad al Gobierno Americano que se establezca.
• Que igual juramento presten la Junta Provisional, el Excmo. Ayuntamiento: El Ylmo Señor Arzobispo, los tribunales jefes públicos militares, los prelados regulares, sus comunidades religiosas, jefes y empleados en las rentas, autoridades, corporaciones y tropas de las respectivas guarniciones.
• Que el Señor Jefe Político, de acuerdo con el Excelentísimo Ayuntamiento disponga la solemnidad y señale el día en que el pueblo deba hacer la proclamación y juramento expresado de Independencia.
• Que el Excmo. Ayuntamiento disponga la acuñación de una medalla que perpetúe en los siglos la memoria del quince de septiembre de mil ochocientos veinte y uno, en que Guatemala proclamó su feliz independencia.
• Que imprimiéndose esta Acta y el manifiesto se circule en las Exmas. Diputaciones Provinciales, Ayuntamientos Constitucionales y demás autoridades eclesiásticas, regulares, seculares y militares para que siendo acordes en los mismos sentimientos que ha manifestado este Pueblo, se sirva obrar con arreglo a todo lo expuesto.
• Que se cante el día que designe el Sr. Jefe Político una misa solemne de gracia, con asistencia de la Junta Provincial de todas las autoridades, corporaciones y jefes, haciéndose salvas de artillerías y tres días de iluminación.
Palacio Nacional de Guatemala, Septiembre 15 de 1821.
Gabino Gaínza, José Matías Delgado, Manuel Antonio Molina, Mariano de Larreve, Mariano de Aycinena, Pedro de Arrollave, José Marno Calderón, Antonio de Rivera, Isidoro de Valle y Castriciones, José Domingo Dieguez (Secretario de Palac.), Lorenzo de Roma (Secretario)


INDEPENDENCIA
El Salvador
Después de casi 300 años de sometimiento al imperio español, Centroamérica se estremeció con un movimiento popular de independencia que duró de 1811 a 1821. La independencia de El Salvador nació como resultado de los acontecimientos vividos en Guatemala el 15 de septiembre de 1811-1821. Los patriotas salvadoreños, con sus hombres más ilustres habían desencadenado dos movimientos insurgentes que abonaron a la causa de la liberación definitiva. El acta de Independencia, redactada por José Sesilio del Valle en Guatemala, declaró que las provincias de Centroamerica quedaban libres de Españana. Lanoticia llegó a San Salvador el 21 de septiembre de 1821.
El Salvador inició los mivimientos independentistas de Centroamérica. Mabuel José Arce hizo el desafío la madrugada del 5 de noviembre de 1811 y proclamó solemnemente la independencia al decir: "No hay rey, ni intendente, ni capitán general, solo obedecemos a vuestros alcaldes". El segundo movimiento fue el 24 de enero de 1814, se levantó por segunda vez contra las autoridades coloniales. El levantamiento liberó a los presos políticos y nuevamente se proclamó la independencia. Los cabecillas del movimiento fueron Manuel José Arce, Domingo Antonio de Lara, Juan Manuel Rodríguez, Santiago José Celis y Pedro Pablo Castillo. Todos fueron hechos prisioneros. Junto al movimiento del 1814 en San Salvador, los movimientos en Guatemala y Nicaragua aceleraron el sentimiento independentista que empezaba a extenderse por Centroamérica.
La independencia de Centroamérica se declaró el 15 de Septiembre de 1821. Fue un acto sencillo, debido a la noticia de que México se había logrado independizar de España en Febrero. El acta de independencia significó la conclusión de un largo período de casi 300 años de dominio español. El proceso fue largo e incluyó varias conspiraciones contra España, durante un período de 10 años.
De todas las provincias que formaban la Capitanía General de Guatemala, participaron ciudadanos en la gesta emancipadora. Entre ellos puede mencionar: De Guatemala, Francisco Barrundia, Pedro Molina y Atanasio Tzul.
De Honduras, Dionisio Herrera y José Cecilio del Valle.
De Nicaragua, Miguel Larreinaga.
De Costa Rica, Mario Zamora.
De El Salvador, José Matías Delgado, José Simeón Cañas, los hermanos Aguilar, Pedro Pablo Castillo, Juan Manuel Rodríguez, Manuel José Arce, entre otros.
Luego de la independencia de Centroamérica surgen algunas federaciones como México, las provincias Unidas de Centroamérica. Teniendo algunas consecuencias que poco a poco se fueron solucionando para conocer y mejorar el nuevo El Salvador que hoy tenemos.

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